martes, 27 de abril de 2010

¡Quiero comer!

Hace días, me vi en unas fotos y no me gusto lo que vi. Así que decidí hacer algo para gustarme: empecé a hacer ejericio. También trate de hacer dieta pero, no puedo; es inevitable, ¡me gusta comer! y mucho. Entonces, me convencí de que el camino hacia mi meta era hacer ejercicio, como en los viejos tiempos cuando era más deportista y jamás pensaba en comer o no comer, simplemente comía.

Así pues, emprendí el vuelo. Me meti a un gimnasio cercano y comencé. Ya saben, el dolor muscular se hizo presente, pero, después de mucho tiempo me sentía VIVA. Esa liberación de endorfinas provocaba una sensación-satisfacción que me causaba una adicción; adicción al ejercicio y adicción que me duró poco porque aparte de comer, una de las cosas que más me gusta es dormir y pues, comer + dormir = (YO)2 (osea yo dos veces, el doble de mí, lo que nos da un resultado grande).

Para ya no hacer el cuento más largo, resulta que ahora que soy una persona atlética (...) me da el doble de hambre, entonces volvemos a la fórmula:

comer (2) + dormir = NOMÁS IMAGINENSE

Y ¿ahora qué?(diría Marc Anthony), ¿qué se hace en estos casos?, me siento en una encrucijada. Hago ejercicio para ponerme en forma y me sale peor, O ¿mejor?. O será que me tengo que amarrar la tripa y dejar de comer, o minimo comer la mitad de lo que me sirvo; pero a mi me enseñaron a comerme todo lo que se sirve y lo que se enseña desde chicos se aprende mejor y se convierte en hábito, ¿como arrancar ese hábito de mi ser?, ¿será que todo es un dilema y se trata de ser o no ser?.

Tal vez nunca lo sabré, pero mientras trataré de seguir el consejo de todos, tan trillado cuando dices que tienes hambre:


¡COMETE UNA MANZANA!



ándale pues, ahi nos andamos reportando.

miércoles, 14 de abril de 2010

Estuvo buena


Ahora vi en la televisión (noticias locales) a un cirquero que fue a comunicar que su circo estaba en la ciudad y, entre otras cosas, me llamo mucho la atención la manera en que trato de "persuadir" al público televidente con la siguiente frase:

" Los circos son como los dedos de una mano, a todos los llamamos dedos pero son diferentes... así pasa con los circos..."

En un principio pense que era un chiste pero, no... resulta que pues, para él su circo es como un dedo... porque es diferente a otros, como los dedos. Porque pues, tiene razón en que el dedo gordo o pulgar no es igual que el dedo meñique o chiquito. Así como su circo no es igual a otros circos como el Atayde, que podría representar al dedo anular. O como el Cirqus do solei (o como se escriba) yo creo ese sería el dedo medio.

Nunca se me hubiera ocurrido comparar un dedo con un circo... aplausos...

Como sea, estuvo buena su analogía.